Yo he sido una de esas alumnas que siempre suspendían las matemáticas. He pasado casi todos los veranos de mi vida estudiándolas. He dado clases particulares (en una afanoso esfuerzo familiar por conseguir algo de mí al respecto). Nunca nadie consiguió que se convirtieran en algo muy diferente a la tortura.
Si a la niña de aquella época dolorosa alguien le hubiera dicho que algún día querría saber más de ellas por puro placer, se habría reído con la misma intensidad que “la bruja avería”. Sin embargo, he crecido sintiendo que era un conocimiento maravilloso el que me perdía, así que ahora pienso en mi hija y me gustaría que ella pudiera disfrutar de algo que para mí fue un tormento. No pretendo que se convierta en una erudita, si ella no lo decide, pero sí me gustaría que sepa disfrutar de ellas. Creo que pueden ser un buen acompañamiento para la vida.
Como no quiero llegar tarde y creo que el proceso para aprender estos conocimientos es muy variado y paulatino, he comenzado a investigar y he encontrado esta web, aprendiendomatematicas.com, con diferentes y simples ejercicios para todos. Yo, de momento, me voy a poner al día, tengo mucho tiempo que recuperar.
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